miércoles, 18 de abril de 2012

Muy pronto cruzaras grandes aguas

Hace 18 años colgué las tangas… oe que! Aguanta ps… ya se van para la cochinada… me explico: Desde que tuve 5 o 6 años hasta los 13 aprox. (Para los que me conocían en esa época era mi etapa de “cintura de huevo”) practiqué natación (como lo mencioné en “mi vida como hembrita” http://kikin-rispa.blogspot.com/2010/02/mi-vida-como-hembrita.html , haciendo el cherry respectivo jeje). Creo que es un consenso que es el deporte más completo que existe, seguido muy de cerca por la capoeira (desde mi punto de vista). Muy bonita época de mi vida, practicando un deporte excelente y haciendo nuevos amigos durante la infancia. Pero como les sucede a muchos, las cosas van cambiando así como las prioridades, acercándose el final del colegio y ya estudiando horas extras quedaba poco tiempo para el amado deporte… ok está bien, era gordo, nadaba bien pero no era rápido, nunca gane ninguna medalla, lo admito… pero me divertí mucho, viaje a varias provincias y hasta fue el debut del primer beso y la primera “enamoradita” jaaaaa (No voy a revelar nombres, no insistan jajaja). Pero bueno, dejando de divagar, luego de esos 6 u 8 años de vida acuática (y con mucho gusto como buen piscis), dejé este deporte, para bien o para mal, y me dediqué a otros deportes escolares como basket, vóley, futbol, hasta ping pong (sport bilis!)… terminando en la juventud mayor en la capoeira (Nago!). 

Hace 18 años colgué las tangas… de natación… y pase a las ropas de baño playeras y de cuando en vez metiendo una “chapoteada” en alguna piscina. Inclusive alguna vez tuve mi “morey” y hacía la finta de correr mis tubos jajaja… no llegaba ni a surfer de rio pero era el vacilón de meterte a la playa con tu tabla, manyas loco, ta que locazo uon… 

Hubo un intento fallido en la universidad de practicar de nuevo natación pero la mala orientación de un profesor que me mandó al desvío y la poca convicción de retomarlo, hicieron que no vuelva para insistir en participar… hasta que… hasta que… si! Tu! Beltran! Por tu culpa! Un dia X paseando por la universidad en medio de las “interfacultades”, me tuve que cruzar contigo cerca de la facu, ibas como loca corriendo por ahí (que raro no? Jajaja), te acercaste y me preguntaste: “Tu sabes nadar no?”… Es una de las pocas veces en la que mi orgullo y vanidad me juegan una mala pasada… “SI!”, respondí inflando el pecho… 15 minutos después tenía puesta una ropa de baño 2 tallas mas chicas que la mía y me estaba aventando en la piscina del AELU para sacar cara por la facultad de Administración y contabilidad, contabilidad y administración (Negro, jamás olvidaremos eas barra jajaja)

Me acalambré, trague 14 litros de agua con cloro, tenía los ojos reventados… y mi gran premio consuelo fueron tus palabras: “No importa que quedaras último, por participar tenemos puntos”. Mucho sacrificio? Mucho esfuerzo? Perensen… que falta la cerecita: abatido y acongojado salí de la piscina, con el rabo entre las piernas, para retirarme casi humillado…. Y de pronto… si! Tu! De nuevo! No era suficiente para ti, no, tenías que decir: “No te vayas! Falta una prueba, 50 metros mariposa! Nada por favor!”… WTF!!! Tu estas bien hue… Pero me conocías, maldita, sabías que no era difícil convencerme porque sabes que soy figuretti (como tu… comprenderás)… dicho y hecho… 10 minutos después me estaba aventando nuevamente a la piscina para morir hasta quemar la ultima braceada… literalmente casi me ahogo… entre braceada y braceada me quedaba un rato suspendido en el agua mirando esa luz brillante sin saber de donde provenía… hasta que casi sin aliento, vi la luz… digo, vi la pared… no podía creer que estaba a punto de llegar, la estaba consiguiendo, no importa en el último lugar porque “también daba puntos”. Siempre los tramos finales se hacen interminables, como si el pinche padre tiempo agarrara su reloj de arena y lo pusiera de costado para que vaya más lento… pero lo logré! Llegué! Vivo!  Ya estaba pensando salir e irme directo al “hueco verde” a celebrarme a mí mismo esa hazaña… hazaña por lo menos para mí… pero jamás hubiera imaginado ver tu cara casi con lágrimas en los ojos y con ganas de tirarte a la piscina para sacarme en brazos escuchado “we are the champions”, nunca hubiera imaginado escuchar: “Le ganaste a uno! Le ganaste a uno!”, repitiendo como loca jajaja. Yo solo podía pensar: “Que tal loser este ueon para haberle ganado…” O sea, no es falta de amor propio pero siendo realistas taba pal gato, no ganaba ni con aletas… pero así fue, le gané a uno, la facultad sumo puntos, sumado a mis aportes en basket, vóley y fulbito, yo creo que esa primera copa del 3er puesto ganada por primera vez en la historia de la facultad, debió por lo menos tener un papelito pegado con mi nombre en agradecimiento por casi perder la vida por la facu… pero creo que ni vi la copa… me la debes!!! 

Hace 18 años colgué las tangas de natación… solo tuve esos breves momentos de chapotazos en piscinas, algunos casi a la fuerza, y varios playazos desde la Herradura, pasando por Punta Hermosa y llegando hasta “Eicha”. Siempre la relación con el agua y en especial el mar ha sido especial, tanto así que definitivamente tendré mi casa de playa… cuando sea grande jejeje… algún día… 

Un lazo difícil de romper y que por circunstancias de fuerza mayor volvió a tomar bríos, y es que “la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, y uno que está feliz dando saltos mortales y patadas circulares, no se imagino que tan rápido pueden cambiar las cosas. Hace 2 años haciendo equilibrio parado de manos, hoy haciendo equilibrio sobre una pierna; definitivamente cambios hubieran, hay y habrán, en muchos aspectos. Pero solo haciendo un check list por los deportes mencionados, rápida y fácilmente resolví mi dilema: “Cuál de estos deportes es más sencillo realizar con una pierna? a) natación, b) futbol, c) basket, d) vóley, e) ping pong o f) capoeira. Más fácil que pregunta de examen de admisión de la de Lima (sin picarse, soy Católica! Jajaja). Pues obvio no? Así que un sport bilis como yo tenía que dar trámite rápidamente a reordenar mis prioridades y mantenerme en actividad física pues el cuerpo lo pide, el cuerpo lo necesita, el espíritu lo desea… y los pinches rollos no esperan! Listo, no había más vueltas que darle, al recuperarme de la amputación, el cáncer, la quimio y efectos secundarios (hasta cuaternarios), regresaría a mi elemento favorito!!!

Hace 18 años colgué las tangas de natación y estaba decidió a regresar. Se me hizo un poco largo pues me dedique 6 meses a celebrar mi recuperación y 1 mes más a celebrar mi cumpleaños… y bueno, motivos para festejar sobraban (http://kikin-rispa.blogspot.com/2012/03/5-buenas-razones-para-festejar.html, otro cherry jeje). Entre festejo y festejo había que practicar y probar mi nueva “aleta de Nemo” (Gracias warrior por la chapa… suuura), a ver como respondía, así que me la pasé todo el verano yendo a Caballeros. Menudo reto… la playa muy empinada y con olas que revientan cerca a la orilla… para machos!!!… y como buen macho peruano que se respeta, sin arrugar como las nenas, me metí al mar… no solo claro, porque de hecho tenía que entrar con muletas hasta cierta parte y luego dejarlas para llegar saltando hasta alguna parte donde me podía meter de clavado…gracias chicas por acompañarme y sacrificarse, sus revolcadas en la orilla no fueron en vano jajaja… yo entré y salí ileso de todas, con la satisfacción de haber nadado, movido la aleta, y re encontrarme de nuevo con mi amigo el mar.

Hace 18 años colgué las tangas de natación y luego de esas pruebitas, llegó el momento y lugar adecuado (Y el costo también jeje). Unas breves coordinaciones y listo, matrícula hecha, shopping de la indumentaria respectiva, y esperar el inicio de clases! 

Hace 18 años colgué las tangas de natación y ayer martes 17 de abril regrese a practicar este tan maravilloso deporte. Realmente que felicidad! Que satisfacción! Y qué emoción! Sentí una dicha tan grande como el domingo pasado cuando ganamos el clásico! (jajaja sin picarse, Fernández fue más!). Realmente fue un día pleno, un día que marca inicio a una nueva etapa, una etapa mojada de recuerdos y húmeda de emociones, pero cálida en la energía que se desprende de un corazón que late en cada brazada por disfrutar de algo que realmente me gusta, por comenzar a practicar de nuevo un deporte después de casi 2 años y por plantear nuevos retos que cumplir, demostrando que SI SE PUEDE… cuando se quiere. 

Hace 18 años colgué las tangas de natación y ahora que regreso al agua la corriente me trae una nueva pregunta: “Hasta dónde vas a nadar, Kikin?”… Hasta Japón? Nunca tanto… hasta donde llegar? Solo practicar por el placer de nadar o llevarlo más allá? Competencias? Olimpiadas para olímpicas? De Chorrillos a la Punta? Y dirán: “que exagerado…” Y respondo con mirada de desprecio 2012, y luego agrego: por qué no? El que aspira poco consigue poco… quien pone los límites? Si yo no me los pongo porque alguien me los va a poner? Ya no solo se trata de mí, se trata de algo más grande, más importante… se trata de una vida con propósito (Gracias Don Mario), y el propósito es demostrarle al Perú y Balnearios que una convicción de espíritu y un compromiso fundamental con todo tu ser y con los que te rodean te pueden llevar a lugares donde nunca imaginaste, a luchar por cosas que muchos no tuvieron el valor de hacer, a lograr objetivos que traspasan el horizonte lejano. Y todo donde empieza? En creer en ti y en querer hacerlo, solo eso, porque la capacidad de hacerlo la tenemos, solo que la mayoría de veces ni siquiera lo intentamos. 

He dicho!


Pd Como suele suceder en estos casos algo “curioso” pasó: Luego de mi natación me fui a un chifa (para recuperar energías jajaja) y como es costumbre en Madam Tusan (riquichichichimo!) nos dieron unas galletitas de la fortuna. Estaba a punto de reventar asi que lo guardé en mi “man purse”. De camino a casa iba pensando en todo esto, en hasta donde podía llegar con la natación, como podía marcar una diferencia sustancial con mi vida… llegué a casa,  me senté frente a la computadora, agarre la galletita y la abrí: “Muy pronto cruzarás grandes aguas. Prepárate”


Kikin Rispa
(18 de abril del 2012)