miércoles, 26 de junio de 2013

Hay Cosas que Nunca Cambian

Hay dos frases que uso mucho pero que a la vez se contradicen entre sí… “pasu Kikin ¿así empezamos? ¿De arranque nos enredas?”… Hace días que no escribo pe’, así que chambeen un poco… bueno, estas frases tienen que ver con las personas que cambian… y las que no. 

Para las personas que no veo después de tiempo y que me cuentan cosas que jamás imaginaría, como por ejemplo cuando una amiga es excesivamente recatada y formal, y luego me dice “estoy saliendo con un chico, vamos despacio a ver qué pasa… lo cual no quiere decir que no me divierta”… viene a mi verbo florido la usual frase: “Cómo has cambiado, pelona”

Por el otro lado (guarda…), digo, por el contrario, cuando algún amigo hace cosas que TODA LA VIDA ha hecho, como por ejemplo cuando estamos en una reunión con mis amigos de “La Banda del Choclito”, que son de la época de estudios generales letras en la PUCP (más de 15 años… bien viejas todas…), nunca falta un comentario por lo bajo, casi como susurro, entre dos persona a un extremo de la sala, y desde el otro lado viene una respuesta o comentario de nuestra querida amiga “la caña”, que nunca jamás se pierde una y escuchó claramente lo que se decía… es ahí cuando sale mi frase: “hay cosas que nunca cambian”. 

Entre haber escrito sobre mis épocas de colegio (http://kikin-rispa.blogspot.com/2013/06/se-hace-camino-al-andar.html), seguir avanzando con mis proyectos, discusiones fuera de tiempo y lugar con mi ex, recomendar a una amiga que voltee la página y deje atrás el pasado para poder comenzar su futuro; me quedé pensando en si de verdad uno con el tiempo va cambiando, si uno se va transformando en alguien distinto, o si por el contrario uno siempre es y seguirá siendo el mismo por toda su vida y se va adaptando a los cambios que se presentan en la vida, manteniendo su esencia… Qué difícil ¿no? ¿Qué opinan?

Como para ponerle colorido a la publicación y habiendo recordado esas épocas con “la Banda del Choclito”, y teniendo en mi poder “los expedientes secretos”, les presento a la versión de Kikin Rispa de 1998, recién ingresado a la universidad (Dibujo cortesía de mi espejito, Mariellín)


Por la Sarita y por Chacalón que yo entraba así a las clases de la universidad jajaja, y mis amigos de esa época no me dejarán mentir. Es por esa pinta que me gané esta “ficha técnica”, por decirlo así:

Con mucha nostalgia reviso esos escritos y dibujos que hiciéramos a mano o en máquina de escribir (¡Sí mierda! ¡a máquina! ¡qué viejo!), pasándonos los papeles entre todos en plena clase (pioneros del chat dice), escribiendo huevada y media para entretenernos en las clases de la Lumbreras (“fuuunción”). Veo todas estas cosas y pienso que tanto o poco he cambiado desde entonces. 

Por lo menos en la forma de vestir no he cambiado mucho, con orgullo puedo decir que en verano sigo usando mis BVD’s sexy´s, short y sandalias… bueno, sandalia, singular… jeje… por lo que ya no soy pies cálidos sino pié calido jajaja (Esa leyenda urbana la contaré en otro post pero pueden darse una idea viendo el dibujo de mi s pies jajaja). 

Indefectiblemente algo ha cambiado en mí que sí es notorio: Ya casi no hay pelo y uso barba. Bueno, por ambos lados de la familia hay pelados así que hace muchos años asumí la realidad, y por más “Placenta Silueta” que usara, no iba a cambiar mucho mi futuro. Hay cosas que van a ocurrir en tu vida, sí o sí, y que no hay más vuelta que darle, y mientras más rápido lo aceptes, lo asumas y lo enfrentes; más fácil y feliz será tu vida. Miren todo lo que uno aprender por ser pelado jajaja. Por eso cuando alguien me quiere molestar con que no tengo pelo, la verdad es que pierden el tiempo porque no me molesta, así soy, desde hace años, y ¿saben qué? ¡Me gusta ser pelado! El hábito no hace al monje, yo le doy estilo a mi pelada, hago que combine con la barba, encaje bien en mi cacharro y ¡se me ve bien! 

Alucinen que con mi cabello aprendí otra cosa importante: Uno tiene que adaptarse a las cosas que cambian en tu vida (y ya he escrito sobre eso hace años http://kikin-rispa.blogspot.com/2009/10/la-vida-cambia-tu-te-adaptas.html) y no dejar que esas cosas te cambien a ti. Ingresando a la universidad tenía el cabello corto, luego me lo dejé largo y hasta colita tenía, usaba ligas y toda la mariconada jajaja; hasta llegado el momento en que el amor me hizo cortar el cabello (yo sé que de eso jamás te vas a olvidar) y no me arrepiento; luego usarlo corto de nuevo y al final, en el 2005, cuando aún tenía suficiente cabello (pero con entradas enormes), decidí rapármelo. Y en todo ese tiempo siempre fue el chico de los BVD’s sexy’s  que jugaba fulbito, tocaba guitarra, gileaba (en realidad no gileaba, me enamoraba cada ciclo de alguien… y me decían que tenía pajaritos en la cabeza jajaja) y paseaba por metro en mi bicicleta amarilla. 

“Kikin pero el corte de cabello no te va a cambiar la vida, ni que fueras Sansón”. Obvio que no sonsón, pero es un ejemplo visible de lo que quiero decir: La vida te va a presentar muchas situaciones, desde las más sencillas como cortarte el cabello, hasta las más difíciles como que te corten la pierna. Pero mientras tú sepas quién, cómo y por qué eres así, mientras estés seguro de ti mismo y de que puedes enfrentar la vida como se te presente, sin rendirte, así te equivoques o te caigas, pero luchando, al final nada ni nadie podrá cambiarte; vas a seguir manteniendo tu esencia, esa forma de ser que te identifica y te diferencia del resto, para ir aprendiendo de a pocos y MADURANDO, para saber cómo afrontar esta vida tan agitada, siendo feliz y viviendo en paz contigo mismo y con los demás. 

No es nada fácil, obvio, no digo que lo sea, pero por eso uno debe empezar a construirse desde muy joven y nuevamente agradezco haber pasado por este grupo juvenil que cambio mi vida. De igual forma agradezco a mis amigos de la universidad: “La Banda del Choclito” (en especial al “triunvirato”), mi grupo de danza (CEMDUC), mis equipos de fútbol (Ojos rojos y Bayern), la gente del teatro (Apéndice) y la gente de facultad (La RT); porque todos, de lo bueno y lo malo, me han ayudado a aprender, crecer, madurar, siendo yo, y para prepararme para lo que se me presentó en esta agitada, hasta golpeada, pero feliz y agradecida vida que tengo, y ahora ponerme en pie de lucha constante para cumplir mis metas.


¡He dicho! 


¿Sonsón no?.- Bueno si no les gustó el ejemplo de mi cabello, espérense a la próxima publicación que voy a contar cosas más profundas… preparen mente y cuerpo… ¡Que llega el 100!


Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(26 de Junio del 2013)

domingo, 9 de junio de 2013

Se Hace Camino al Andar

1995. Estaba en 3ro. de media (hace poquito no más). Los dos años anteriores los pase con las justas y con 10.5 de conducta (Mi etapa de mocoso rebelde que no hace caso a nadie ni estudia por nada), y como era de esperarse mi señora madre estaba ligeramente preocupada y molesta jeje. En esos momentos extremos en que sacas de quicio a tu mamá, no sabes cómo ni cuándo ni dónde ni por qué ni quién, pero se averigua absolutamente todo de lo que pasa y no pasa en tu colegio y busca una forma de “ponerte en línea”. La respuesta a sus plegarias las tendría con la llegada del “Hermano” nuevo como tutor de mi salón (Estudié en el San Luis de Barranco, manejada por la Congregación Marista, por eso se les decía “Hermanos”… es la hermosa bandera Mariiistaaa…)

Este Hermano nuevo estaba organizando un “grupo juvenil” llamado “MARCHA” e invitaba un día sábado a todos los de mi año que quisieran ir “voluntariamente”. Mi señora madre, como quién pone a hacer algo los sábados al vago de su hijo, me dijo sutilmente: “Anda a ese grupo para que le hagas la “patería” al Hermano a ver si apruebas su curso” (Alucinen que era tan vago que jalaba religión jajaja). Uno conoce la mirada de su madre, tan dulce y tierna, y su mirada me decía: “si no vas, te saco la cun…”. 

Jamás hubiera imaginado que entrar a este grupo me cambiaría la vida, así de sencillo y maravilloso. Nos vendieron la idea de que podíamos ser líderes cristianos para América Latina… y yo compré la idea. No sería algo sencillo pero valía la pena el intento y de a pocos fui cambiando mi forma de pensar, sentir y actuar frente a mi propia vida, para poder reflejarla hacia los demás. ¡Semejante reto para un mocoso de quince años! Así que por este nuevo mundo de amor, paz, Cristo, Marcelino, grupo, guías, caminantes y demás; me di cuenta que no por las puras estaba ahí, que tenía que mejorar y que lo poco o mucho que consiga iba a ser producto de mi propio trabajo. 

Mi primer reto era pasar religión jajaja. Un proceso de mejora se empieza por pequeñas cosas para ir ganando confianza. A fin de año pasé religión y los demás cursos con las justas… ¡Hasta conducta! Pero como bien aprendí, cambios importantes en tu vida no se consiguen de la noche a la mañana. 4to empecé con otra actitud y me propuse estudiar… ¡y hasta me gustaba! Y termine con un promedio de más de 15 y en 7mo puesto, y pase de ser uno de los vagos a uno de los chancones del salón. En el último bimestre de 5to obtuve el 2do lugar en mi salón (¡ni yo la creía!). El mejor premio fue ver la alegría inmensa de mi madre… Realmente me sentí feliz de hacerla feliz, de que se sienta orgullosa de mí y de poder retribuirle de alguna manera todo el esfuerzo y sacrificio (y la paciencia) de esos años de rebeldía. 

Eso era un reflejo de los cambios que se iban dando por dentro. Aprendí poco a poco muchas cosas importantes sobre cómo ser una mejor persona y un mejor cristiano. Pero primero tuve que darme cuenta que era un chibolo que sólo pensaba en lo que yo quería. Sentí un vacío en mi pecho que me hizo dar cuenta que “me faltaba algo”, para luego sentir cómo esa fuerza divina iba invadiendo todo mi ser, al punto que realmente sentí que con “EL”, todo era posible. Me sentí bendecido.

Tengo muchos y muy lindos recuerdos de esos tres años que pasé en el grupo (3ro a 5to); de las reuniones, de los encuentros, de los retiros, los cambios, las “crisis”, de la gente que conocí, de las amistades que se forjaron, hasta del amor que brotó por ahí (sí sí, ustedes de esa época saben a quién me refiero jajaja). Acabé el cole sintiendo que “algo bueno había hecho”.

Al año siguiente, ya en la universidad, me invitaron cordialmente a ser “Guía” de los chicos de 3ro. No lo tuve que pensar mucho y acepté. Ahora me tocaba estar del otro lado y sin duda la experiencia fue distinta pero igual o más gratificante que la anterior etapa como “caminante”. Tenía que dirigir un grupo de chicos con la novedad de invitar a chicas (mi colegio era solo de hombres), organizar las reuniones, preparar el material, aplicar cosas aprendidas en ese mismo grupo y aprender nuevas para poder orientar a chicos no tan menores que yo. 

Fue un camino difícil, con varias trabas. Cometí varios errores en esos seis años que estuve entre MARCHA y pastoral… hasta en algún momento me botaron jajaja (Ya contaré sobre eso en otra publicación), pasando a conformar el grupo de los “excomulgados”… y bueno, yo también era joven e inexperto como “guía”. Luego regresaría por la puerta grande… Conocí chicos buenos de los cuales hasta ahora siento su aprecio y cariño, conocí otros guías de otros colegios con los que formé una familia “diáspora”, y que son verdaderos amigos. Pero dentro de todo me sentía feliz por seguir mí camino de líder cristiano, ahora formando otros futuros líderes, y que espero algo de esas enseñanzas se les hayan quedado.



Más de ocho años han pasado para tener contacto nuevamente con MARCHA. Fue una experiencia “alucinante” regresar al colegio, encontrarme con otros guías (aunque por ahí algunos “anticuchos” jajaja) y otros caminantes, pero con el mismo gran espíritu y la convicción de una gran misión encargada por el “Gran Guía” (Jesús): seguir formando líderes cristianos.

Me invitaron para compartir con ellos mi experiencia de vida por lo que me pasó a raíz del cáncer y mi operación de la pierna, y cómo estoy afrontando y saliendo adelante con mi vida, como yo la quiero, a pesar de esta gran adversidad. Tampoco dudé en aceptar esa invitación. No imaginé que iba a ser tan dramática mi entrada, casi de película jajaja… 

Todos estaban en un salón grande y les pusieron mi reportaje en Panorama (Parte 1 http://www.youtube.com/watch?v=Y6OLmq8v-7E y parte 2 http://www.youtube.com/watch?v=8e8jgOBDaM0), cuando terminó, apagaron las luces y los hicieron rezar con los ojos cerrados. Me hicieron entrar a oscuras y yo estaba en muletas, sin la prótesis… cómo les explico que casi no veía nada… pero el “señor” iluminó mi camino jeje. Llegué hasta el frente y me senté en una silla, y luego prendieron las luces…

Hubo muchas caras de sorpresas y más de uno se paró a mirar… un poco más y les digo “tóquenme que soy realidad” jajaja. Luego del shock, comencé a contar mi historia… tenía una hora que me parecía mucho, pero al final quedó corto para las muchas cosas que llevo dentro y que iban saliendo al verlos sentados ahí, donde alguna vez yo estuve… y me hubiera pasado tres horas más contándoles tantas cosas, que espero sea en otra oportunidad. 

Al final de la charla pasó algo que la verdad ni siquiera lo pensé: Se pararon para aplaudir. Saben que normalmente me gusta la peliculina, pero esta sensación era distinta. Luego vendría “la foto con Kikin”, y sentía que todos se amontonaban para estar cerca jajaja. Para terminar, lo más gratificante de todo, es que hicieron cola para acercarse a saludarme y felicitarme: “Tu si ah”, “tú eres”, “eres un ejemplo”, “que tal fortaleza”, “estas chapado” (jajaja no tiene nada que ver pero me dio risa la frase jajaja), y la mejor de todas, la de una chica, con los ojos brillosos y con una sonrisa mágica, me dijo “gracias, me has ayudado un montón” y luego me abrazó. 

Eso, sin duda, no tiene precio. Eso me hace entender que no es casualidad que a MI me haya pasado todo esto, sino que tenía que ser yo para estar donde estoy ahora, y pensando hacer todo lo que quiero hacer y conseguir, no solo por mí, sino también por todas aquellas personas que necesitan verse identificados y/o reflejados en alguien para ponerse de pie y creer que “querer es poder”. Eso se llama FE. La aprendí en todo este tiempo gracias a la bendición de Dios y a la gente he conocido, no de casualidad sino porque ese era el camino…



Así que este es mi mensaje final para estos nuevos chicos de MARCHA: tengan FE, FE en sus padres, a pesar que sienten que no los entienden, los aman más de lo que creen, más adelante lo comprenderán; FE en sus amigos, en sus verdaderos amigos, en que no los dejarán caer; FE en la vida, pues por más fea que se ponga, siempre podrá ser mejor, siempre y cuando ustedes quieran que así sea; FE en ustedes, que serán capaces de lograr lo que quieran siempre y cuando crean que ustedes pueden; FE en el amor, pues no hay poder más grande en el mundo; y FE en Dios, quien es la fuente de amor donde está todo lo que necesites saber, creer y sentir.


¡He dicho! 


La frase motriz.- “Caminante, no hay camino, se hace camino al andar” – Antonio Machado. Así sea con una pata, hay mucho camino por recorrer…

Asu Mare.- Gracias mamá por enseñarme a ser patero… Si no fuera por ti y por querer lo mejor para mí, no sería quien soy ni estaría donde estoy.


Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(09 de Junio del 2013)