jueves, 26 de noviembre de 2015

Demasiado Bien

Al día siguiente de la operación (http://kikin-rispa.blogspot.pe/2015/11/la-lucha-continua.html), los doctores volvieron a pasar revista y me repitieron lo mismo (¿O fue ese día que recién me dijeron? Tal vez ambos… en fin) y me dijeron que ya podría regresar a la habitación. #GoToYourRoom.

Una vez arriba me explicaron que debían dejarme un dren para que salga el agua y sangre del pulmón, y éste debía estar conectado a una válvula de succión en la pared. Por más incómodo que se lea, la verdad que yo seguí sin sentir nada #ILoveDrugs, así que era como si no lo tuviera… menos mal. 

Lo que sí sentí y mucho fue al momento de retirarme la sonda. ¿Tenía una? Ni cuenta… seguro la pusieron cuando estaba en sala de operaciones… una cosa así no se olvida… “Respira hondo”, dijo el doctor. ¡Au CTMreeeeee! (Grité para mis adentros)… nunca había sentido algo parecido en toda mi vida… fue tan incómodo y doloroso que ni siquiera pude quejarme o decir o hacer nada, simplemente me quedé inmóvil con un ardor desde “el chino” hasta adentro que pa’ que te cuento #MeUltrajaron

Antes de retirarse el doctor ordenó, para sorpresa mía y de otras personas, que podía comer. “Lo he operado del pulmón, no del estómago. Que coma”. Lo cual hubiera sido una grandiosa noticia si no fuera porque ni aquí ni en la China la comida de hospital es buena. #EnfermoQueComeNoMuere

La familia y mis “roomies” se alegraron de verme bien y rebosante de alegría jajaja. Ya que era consciente de la posible hecatombe de mi post antes de la operación (y que así fue #KikínDejaDeHacernosLlorar), y sintiéndome bien, procedí a tomarme un selfie y moverlo en redes para avisar a tutili mundi que el MCHQSR (http://kikin-rispa.blogspot.com/2013/04/macho-chorrillano-que-se-respeta.html) había salido bien de la operación.

Quería ver a la familia pero en el INEN son peor que en Palacio de Gobierno, solo permiten una visita a la vez. Yo tenía cinco jajaja #TodosAmanAKikin. Pero pasó el vigilante y los sacó al toque… Por lo menos se dieron el gusto de verme jajaja. Agotado pero sin dolor era mejor descansar todo lo que podía y esperar al día siguiente para sentirme mejor.

El sábado por la mañana llegó el doctor:
“¿Cómo te sientes?
Bien doctor.
Te duele algo.
No. 
Respira… muy bien. Te estás recuperando ‘demasiado bien’, si sigues así mañana (domingo) te damos de alta. 
OK doctor (#lágrimaDeAlegría)”

Realmente me sentía muy bien… hasta que llegó la tarde. El doctor dijo que si me dolía avise de inmediato a la enfermera para que me dé alguna pastillita sanadora, no por nada había sido sometido a una de las operaciones más dolorosas existentes #MCHQSR… y no me dolía hasta ese momento, el cual no duró mucho ya que de inmediato me suministraron el medicamento y volvió la paz a mi ser #TramalTeAmo… 

Esa tarde también llegó visita, obvio; pero como estaba drogui tenía que decirles “un ratito, voy a dormir un toque”, y procedía y cerrar mis ojitos chinitos #ElBelloDurmiente. Lo mejor de estar en ese estado era que el tiempo se pasaba más rápido para que llegue domingo así que nuevamente sin dolor pude dormir tranquilamente.

El domingo llegó el doctor con toda su batería.
“¿Cómo sigues?
Muy bien doctor, no me duele nada, listo para irme.
Ya veo, te has recuperado demasiado bien. Respira. Todo bien… puedes irte a casa… Te vamos a retirar el dren y luego te damos tu orden de alta.
Gracias doctor (y por dentro era un carnaval #KikinIsFree)”

Me pusieron anestesia local, retirar el dren y me pusieron un punto. Listo. No quedaba nada más con los doctores, solo había que tramitar el alta. ¿Mami? ¿Papi? ¿Gata? PTM no hay nadie… a esperar… menos mal no demoraron tanto y empezó el correteo para salir. Comprar remedios por aquí, llevar papeles por allá. #Freedom 

Pero ya saben cómo es y terminé saliendo medio día… bueno tampoco era tan malo. Salí, por fin, luego de una semana de encierro, de preocupaciones, de cuestionamientos, de miedos… pero también de muestras de amor, de compañía, de nuevas perspectivas, de nuevos retos. 

Al final la vida es como es, tú eliges si la quieres ver como un problema o como una oportunidad… y salí con ganas de tomar las cosas por el lado amable y de hacer lo que siempre hago, ver las cosas de manera positiva, de encontrar la lección de vida que me trae y de seguir compartiendo mi historia con todos. #HayKikinPaRato

¡He dicho!

Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(26 de Noviembre del 2015)

jueves, 19 de noviembre de 2015

La Lucha Continua

Desperté y sentía mi cuerpo como si estuviera convulsionando. Una lejana y difusa voz me llamaba: “Enrique”, y lo primero que pude responder fue: “Tengo frío”. En esos extraños primeros segundos de retomar consciencia mi primer pensamiento claro fue que moría de frío y que temblada de una forma preocupante, sin control, de pies a cabeza. 

Luego tuve un segundo pensamiento más claro aún: “No puedo respirar”, alcancé a decir… o por lo menos eso creo. Con el cuerpo temblando sin control y sintiendo que me faltaba el aire, entré en un estado propicio de pánico y tuve esa primera sensación de que me iba a  desesperar. 

No fue así, menos mal. No sé de dónde ni por qué tuve mi tercer pensamiento claro: “Respira”; y así lo hice. Traté de mantener la calma y respirar profundamente como aprendí en los ejercicios de relajación, al mismo tiempo que los doctores me sacaban de esa sala congelada y me llevaban a la sala de recuperación. 

Una vez ahí las enfermeras (o doctores o técnicos, como saberlo a ciencia cierta) me pusieron una manta encima y a los pocos segundos empecé a sentir un calor casi maternal que me abrazaba y me reconfortaba. Unos segundos más tarde mi cuerpo temblaba menos, y menos, hasta quedar inmóvil, quieto, tranquilo; como si un momento de paz trascendente hubiera llegado a mí. Respiraba. Alivio. A dormir.

En algún otro momento, un poco más consciente, abrí los ojos y ella estaba ahí, a mi lado, mirándome con una mezcla de cariño, alivio y esperanza; como diciendo: “Kikín, todo salió bien, estas bien, saldrás adelante… una vez más”. Me extendió la mano y le di la mía, apretándola lo más fuerte que me permitía mi cuerpo aún anestesiado. La miré a los ojos y no sé si le dije con palabras lo que no dudo vio en mis pupilas: “gracias por estar aquí”. Me besó en la mejilla y me abrazó como pudo, y yo hubiera dado todo por poder incorporarme y abrazarla como si fuera la última vez que la fuese a ver… Sin soltar mi mano se quedó ahí, de pie, a mi lado, dándome paz. Alivio. A dormir. 

Me volví a incorporar sin noción alguna de tiempo y había una voluntaria a mi lado. Supo de mí desde que ingresé al hospital y no dudó ni un segundo en “recomendar” que estudien bien mí caso. En los tres días que estuve internado antes de la operación no la llegué a ver y la conocía en la sala de recuperación. Con una sonrisa gentil me saludó y probablemente me dijo: “qué bueno que estás bien”. E imagino que yo con una sonrisa similar y si llegaron a salir palabras de mi boca le respondí: “Gracias”. Alivio. A dormir.

Desperté una vez más y ella había regresado, esta vez acompañada. Nunca había visto a mi papá con una bata y gorro de cirugía, y mucho menos le había visto su sonrisa tan grande y hermosa como la de ese momento. Fui feliz y supe que todo estaba bien, que todo estaría bien, pues una sonrisa así lo puede todo, lo ilumina todo. No recuerdo si me dijo algo y mucho menos si le respondí… pero no hubiera sido necesario. Paz. Alivio. A dormir. 

Reaccioné (o me hicieron reaccionar) ya entrada la noche y el doctor que me operó estaba ahí. Me dijo que la operación salió muy bien, que sacaron todo lo que encontraron pero por eso mismo la operación se complicó y tuvo que mezclar diferentes técnicas; pero que había sido una operación exitosa. Que descansara y que por precaución tenía que pasar la noche en esa sala.

“Gracias doctor”, le dije (o eso creo). El doctor prosiguió su camino y ya con más consciencia que en un estado zombie, me quedé tranquilo. No había dolor, no había angustia, no había nada que me perturbe. Así que me acomodé en la cama de hospital más confortable del mundo con mis últimos pensamientos antes de dormir: “Bueno, sigo acá, todo salió bien, así que espero todo siga bien… La lucha continúa”. Paz. Alivio. A dormir.


Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(19 de Noviembre del 2015)

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Por Lo Demás, Todo Bien

Este ha sido un año espectacular. No voy a hacer un recuento porque ya me han dicho que están hartos de mí y de mi exitosísima vida jajaja; así que pueden seguir leyendo porque este post dista mucho de logros y celebraciones, por lo menos ahora no. La única recomendación es que no juzguen ni critiquen, tal vez ni siquiera traten de comprender, solo lean (traigan papel, pañuelo o algo porque muy probablemente van a moquear). 

Estos últimos dos meses y medio han sido realmente complicados a pesar de todas las cosas que me “han visto” hacer y que ha sido motivo de su hastío. Todo este tiempo he ido liberando de a pocos esta nueva carga que tengo que llevar y que, como siempre, trato de hacerlo lo mejor que puedo.

Pero soy humano, por más fuerte y luchador que he sido, soy y seguiré siendo; nada te prepara al 100% para las pruebas que tienes que enfrentar y que, como ya han visto, a mí me tocan de las “big ones”. Así que comprendan y entiendan que yo también tengo miedos (http://kikin-rispa.blogspot.com/2015/08/kikin-tenias-miedo.html), que también caigo (http://kikin-rispa.blogspot.com/2015/05/caer-esta-permitido.html), que también lloro (http://kikin-rispa.blogspot.com/2010/06/no-llores-chavo.html)

Hace dos meses y medio tuve uno de mis controles en el INEN y creo que nadie se percató que no puse mi tradicional foto diciendo “todo OK”. No esperaba recibir una noticia de ese calibre: En la tomografía apareció una lesión y lo más probable era que fuese metastásico (maligno). Balde de agua fría. Conmoción. Lágrimas.

Si hay algo que no esperaba y que no quería pasar era tener que volver a estar lidiando con el cangrejo. Para mí era historia pasada y enterrada, que iba a quedar en el recuerdo, en el blog y en mi libro. Pero no eran los planes del cangrejo… no se quedó contento, no quiso que yo gane tan “fácilmente”… y volvió a la carga.

Miles de cosas vinieron a mi cabeza como si fuera la garúa espesa de Lima. Ideas que iban y venían incansablemente entre tantas cosas buenas que había hecho y que tenía planeado… todo… vueltas y vueltas… y el inevitable “¿Por qué?”, y no solo eso sino que era un “¿por qué DE NUEVO?”

A tomar decisiones… una huevada ser adulto… decidir qué hacer, por dónde empezar, como decirlo… mierda… la familia, los amigos, el trabajo, el parabádminton, las charlas… mierda… 

No… evitar caer en el juego del “qué pasaría si…” y centrarme en el “qué debo hacer hoy…”. Además, ya lo pasé una vez, lo podré pasar nuevamente, como me lo han estado diciendo… pero ha sido un proceso totalmente distinto y ajeno a aquél primero de hace 5 años que con mucho dolor y sufrimiento salí adelante. Esta vez ha sido muy distinto, menos doloroso físicamente pero igual de fuerte emocional y espiritualmente.

Decisiones, la cagadera de decisiones… Me iba al mundial de parabádminton en una semana… ¿ir o no? Las huevas, me fui… esa oportunidad era como pocas… Al regreso enfrentaría lo inevitable. Me fui sin pensar mucho en esto y regresé de la misma manera. ¿Para qué atormentarse? Estaba en otro continente y tenía que sacarle provecho, y así lo hice (http://kikin-rispa.blogspot.com/2015/09/el-mundialista.html). 

Una vez de regreso me confirmaron que lo más adecuado era operar para extraer los nódulos. Más decisiones… se venía la Teletón… no podía dejar de estar ahí y ahora con más razón pues el testimonio de vida, de mi vida, continuaba en carne viva en ese mismo momento. No lo comenté pero yo lo sabía y eso hacía que fuera aún más importante y especial, así como más fuerte para mis adentros (http://kikin-rispa.blogspot.com/2015/10/historia-de-vida-teleton-peru-2015.html).

Antes y después de teletón tuve 2 charlas de motivación… Curioso… pues el motivar para ser honestos estaba un poco desmotivado… desanimado… triste… ¿Cómo hacer una charla así? Bueno, de la misma forma que salí a pararme en el escenario de la Teletón a hablar en vivo y en directo a todo el Perú: Con huevos. Y aquí si me atreví a comentar a grandes rasgos el momento que pasaba… no sin sentir ese nudo en la garganta y el ardor en los ojos por lo difícil del momento. Luego, todo lo demás fluyó, como en todas mis charlas, porque cuando uno está convencido de que hace lo correcto, de que es su propósito, así estés moribundo lo haces y bien.

A esas alturas ya tenía una segunda tomografía que mostraba un nódulo crecido y un segundo en el otro pulmón… mierda… ¿más? La llovizna de Lima nuevamente en la cabeza… ¿Será la demora? ¿La agresividad del cangrejo? ¿Mi “destino”? Qué más da, eran los hechos irrefutables y solo quedaba seguir con los exámenes pre operatorios.

Llegó el Abierto de parabádminton (http://kikin-rispa.blogspot.com/2015/10/abierto-cerrao.html). El deporte siempre ha sido amigo “mal agüero”, pues es en estos momentos de intenso deporte y dedicación cuando han aparecido las señales del bicho este… ¿Irónico no? Mientras más sano, más se manifestaba… creo que ahora sí le haré caso a mis primos y no volveré a dejar el trago… como si al final uno se cuidara por las huevas… (En fin, palabras de “despecho”, no hagan tanto caso)

Acabado el abierto y no habiendo asumido más compromisos, me tuve que ver cara a cara con el cangrejo. Han sido las dos peores semanas pues salvo por el trabajo, que con dificultad lo sobrellevaba, no tenía casi nada que me distraiga. Volvió la llovizna
y se transformó en lluvia, lluvia que empañaba y dejaba resbaloso todo; pero que no dejaba otra opción que buscar el paraguas para seguir avanzando. 

Fueron dos semanas de evitar las preguntas estancadas en la garganta de la familia. Dos semanas de ver a los amigos y decidir si contarles o no. Dos semanas en que para muchos Kikín estuvo un poco ausente y que no fue por estar muy ocupado (dejen de poner esa excusa por favor) sino por estar aun asimilando todo este nuevo y distinto proceso.

Las dos semanas llegaban a su fin el viernes 6 en la última cita con el doctor de tórax quién debía darme fecha de operación. Y así fue. Tenía que regresar lunes 9 para internarme y operarme mañana jueves 12, 8am.

Aproveché el fin de semana para comer y tomar a placer. Aproveché para pasar momentos con la familia. Aproveché para tener una conversación “poco romántica” para explicar que mi vida es “poco convencional”. Aproveché para estar cerca de mi cole, de mi promo, del fulbito que siempre me hace falta… aproveché lo que pude como pude antes de pasar por la operación y por la respectiva recuperación.

Porque ¿obvio no? De esta me recupero, como de todas las anteriores, igual de rápido o más… Miles de cosas me faltan por hacer; no he encontrado mi propósito en la vida para que se quede en sus pininos… No… hay mucho por hacer pero como me dijeron, ya me tocaba mi “tate quieto” para no sobredimensionar al “luchador incansable” y que mantenga su condición de humano que vive y pasa por situaciones varias, felices y difíciles, pero que son éstas complejas las que dieron inicio a toda esta historia de lucha, esfuerzo, dedicación, convicción, fe y amor; de todo para todos y que aún tiene para rato.

¡He dicho!


¿Kikín, puedo hacer algo por ti?.- Reza… y si no crees, con mayor razón, vale más; sus oraciones serán importantes. No se desesperen, apenas esté bien me manifiesto para que no atormenten a mi familia (que ya tiene suficiente). Y si quieres hacer algo más concreto puedes comprar el libro o recomendarlo, no me caería nada mal aumentar mis ingresos después de gastar los ahorros de mi prótesis…


Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(11 de Noviembre del 2015)

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Sal Solcito

Caliéntame un poquito… dice la canción infantil… pero no contaba con nuestra propia destrucción del planeta y el cambio climático para que en plena primavera limeña aún siga lloviendo y tengamos miserias de sol (así como en invierno teníamos destellos de sol). 

Hay que ser bien ingenuo e irresponsable para no darnos cuenta de lo que pasa y de que nosotros somos los culpables… TODOS… nadie se salva, ya sabe porque también contaminas o ya sea porque no haces nada al respecto… y como bien saben, siempre se puede hacer algo, siempre.

Pero bueno, no es mi fin con este post ponerme “green” pues no domino el tema. Quiero aprovechar que aún no sale el sol con furia (y que lo hará, gracias al “fenómeno del niño”, que a su vez es gracias al cambio climático, que a su vez es gracias a ti, irresponsable de m…) para hacer una recomendación simple, sencilla, básica; pero que te puede salvar la vida: ¡USA BLOQUEADOR!

“Hay Kikín, que exagerado, si es buenazo achicharrarse en la playa”… ya, bien por ti… después cuando tengas cáncer a la piel y haciendo quimios o radios, te quiero ver bien achicharrado con los tratamientos.

¿Por qué tenemos que esperar a que nos pasen las cosas para recién reaccionar? ¿Realmente te quieres exponer a este mal que cada día crece y crece y no perdona? ¿No es algo tan sencillo como echarse una cremita y ya? 

¡Pero no! ¡Te da flojera! ¡Piensas que es una exageración! Hasta que por ahí un familiar, un amigo, un compañero de trabajo le da… y a veces sin que viva achicharrándose en la playa como tú.

No quiero ser alarmista ni pesimista, simplemente espero que la gente tome un poco más de consciencia sobre el cáncer en general y que se puede evitar con PREVENCIÓN. Solo que no es parte de nuestra cultura, creemos que “nunca nos va a pasar nada”, y vamos por ahí exponiéndonos como pendejos a todo lo cancerígeno: Rayos UV sin usar protección, el consumo desmedido de alimentos procesados, excesiva ingesta de azúcares en todas sus formas, odios desmedidos que guardas en tu corazón… todo eso fomenta el desarrollo de este puto bicho, ¡TODO!

Así que bueno, cada quien es libre de elegir, un par de minutos para echarse bloqueador (en realidad hasta para salir a la calle a diario, ya que no es por el sol en si sino por los rayos UV que es a diario) o la posibilidad cada vez más creciente de que el cangrejo te visite y que tengas que pasar por una de las experiencias más horrendas de la vida… Prevención o Tratamiento… ¡Tú eliges!

¡He dicho!


¿Y la OMS?.- Una amiga me contó que fue a un supermercado y arrasó con todas las degustaciones de embutidos. Al último bocado le pregunta a la anfitriona “¿y este es cancerígeno?”; y la anfitriona le responde “solo si consumes en exceso” (por no decirle “chancha del mal” jajaja). Bueno ahí está la moraleja, si lo comes todos los días no dudes que sí lo será… 


Kikin Rispa
kikerispa2003@yahoo.es
(04 de Noviembre del 2015)